La elevada intensidad de competición y de entrenamiento de los deportistas jóvenes, les expone a un alto riesgo de lesiones. Los síndromes si no llevas una buena medicina deportiva, puedes pasar por exceso de uso son lesiones muy comunes:
El SíndromePatelofemoral es considerado la causa más común de dolor crónico de rodilla en el deportista esqueléticamente inmaduro. Entre sus causas se incluyen el sobreuso, los traumatismos directos y el mal alineamiento del miembro inferior (genuvalgum y genuvarum) o del aparato extensor.
El dolor se relaciona con la presión incrementada sobre una articulación patelofemoral, por actividades como correr en cuestas o esprintar o aquellas que impliquen la flexiónsostenida de la rodilla.
El dolor puede ser retropatelar o peripatelar y difuso, pudiendo existir una sensación de crepitación en la rótula con la extensión forzada, tumefacción ocasional y/o instabilidad franca, la existencia de atrofia del musculo vasto interno o de una rotula alta o baja.
La exploración física se dirige a descubrir la causa subyacente y debe realizarse un estudio radiológico simple de la rodilla, incluyendo las proyecciones axiales de la rótula.
El tratamiento típicamente es conservador y consiste en reposo y modificación de la actividad. El dolor debe controlarse con frio local y antiinflamatorios; una vez controlado el dolor, puede comenzarse la fisioterapia con fortalecimiento del cuádriceps mediante ejercicios de arco corto. A corto plazo se puede hacer un taping rotuliano para mejorar la sintomatología.
Los pacientes en los que fracase el tratamiento conservador, puede someterse a tratamiento quirúrgico artroscópico, realizándole los procedimientos necesarios para el caso.
El objetivo es la prevención de estas lesiones, para lo que hacen falta unas estrategias de prevención y el trabajo conjunto de los padres, cirujanos ortopédicos, preparadores físicos, fisioterapeutas y entrenadores, para que se mejoren los resultados de una forma más eficaz.
Así que valdrían estas estrategias de prevención en estos deportistas jóvenes inmaduros esqueléticamente:
Buen físico general para la práctica deportiva con la realización de un examen médico previo a la participación.
Actividades deportivas múltiples en vez de practicar un único deporte.
Evitar entrenamientos estrictos e intensos con periodos de actividad más cortos, ya que pueden llevar a lesiones por sobreuso.
Realizar siempre sesiones de calentamiento y de enfriamiento, con ejercicios de estiramiento.
Mantener siempre una hidratación y nutrición adecuadas.
Desviar en enfoque de actitudes que sobrevaloren la victoria.
Es por ello que con una buena alimentación y buen balance de ejercicios cada persona y dependiendo de la edad que tenga, se puede lograr un buen habito deportivo; no solo llevarse por lo que los demás hagan, sino lo que cada uno con esfuerzo puede lograr para que ejercer un deporte extremo y que puedan complicar más adelante su organismo.