Uno de los mayores inconvenientes que sufren las ciudades, ya sea las grandes metrópolis o las ciudades más pequeñas pero tumultuosas es que la contaminación sónica se vuelve parte del día a día y de su imparable ritmo de vida.
Ya sea en los exteriores por el ruido del tráfico, las construcciones y demás o por el mismo ruido en algunos espacios internos y techados, el ruido en un acompañante constante en el transitar de los ciudadanos.
Contaminación acústica y el impacto en nuestra vida
La OMS asegura que la contaminación ambiental es uno de los factores que provoca más alteraciones y problemas de salud. Y esto no solo en el ser humano, los animales que comparten espacio con nosotros en las urbes también se ven afectados por estos ruidos, incluso mucho más.
Ahora bien, para considerar que un ruido se convierte en una amenaza y que puede ser considerado un factor de riesgo el mismo debe llegar y ser superior a 65 decibelios (dB).
Entre los principales causantes del ruido tenemos los generados por el parque automotor, incluyendo los ruidos de motores, claxon y demás relacionados a este. El sector de la construcción es otro factor que suele generar altos decibelios en sus labores diarias.
Los servicios de bares, pubs y restauración pueden llegar a ser también una de las mayores fuentes de contaminación acústica, especialmente en horas nocturnas. Esto demostrado por los estudios y auditoria acústica en Valencia y otros lugares en España, por ejemplo.
¿Qué puede hacerse para disminuir la contaminación acústica?
Entre algunas de las soluciones que pueden llegar a implementarse es el estudio de las propias construcciones, esto para determinar si hay posibilidades de hacer aislamientos acústicos que puedan, al menos, disminuir el ruido dentro de los espacios de hogar, trabajo y diversión.
Para los comercios, bares y demás negocios, una auditoria acústica en Valencia es una muy buena alternativa para poder constatar que tanto los ruidos que en ella se generan no salgan a la calle y que, a su vez, esa acumulación de ruido tampoco tenga acceso a sus recintos.
A nivel del parque automotor, optar por aquellas soluciones más sostenibles, como el uso de la bicicleta es una alternativa que ha funcionado muy bien en muchas ciudades de Europa, siendo esto un gran aporte a la disminución de la contaminación acústica.
Por un futuro más silencioso y saludable
La propuesta es empezar a transformar las ciudades a espacios más inteligentes, donde se pueda estar en el exterior sin sentir ese agobio y desequilibrio que los ruidos propios de algunas urbes generan.
Empelar mejores métodos de construcción y asegurar que estos cuenten siempre con su auditoria acústica en Valencia y en otros espacios de España, por ejemplificar esto en la península.
Sí es posible una vida más saludable en muchos sentidos, incluyendo el acústico, solo hay que apostar por un nuevo ritmo de vida y una forma más saludable y sostenible de hacer las cosas sin olvidar que el ruido es un enemigo de la paz, la tranquilidad y sobre todo la calidad de vida.